Qué ver en Ámsterdam en dos días

Qué ver en Amsterdam en dos días

Puede que te hayas decidido a visitar los Países Bajos y perderte en todos sus encantos, reservando un par de días para visitar Ámsterdam. Una ciudad que rezuma un encanto único, lleno de contrastes y un ambiente cosmopolita que encandila a todos los viajeros que se dejan caer entre sus puentes y canales. Por eso, saber qué ver en Ámsterdam en dos días se convierte en algo esencial.

Plaza Dam

plaza dam

Si existe un lugar mítico en Ámsterdam, ese es la Plaza Dam. Situada en pleno corazón de la ciudad, el lugar donde fue demolida la principal presa del río Ámstel es hoy  un espacio lleno de vida y ambiente. No te pierdas una fotografía junto al obelisco de 22 metros de altura convertido en Monumento Nacional o una visita al Palacio Real, edificio de estilo neoclásico construido entre 1648 y 1655. Además, si os encontráis en la plaza Dam podréis visitar el Museo Madame Tussauds o la famosa Nieuwe Kerk (o Iglesia Nueva), construida en el siglo XV.

Oude Kerk

oude kerk

Sí, la Iglesia Nueva no surgió sin motivo alguno. La causa no era otra que albergar a los fieles que ya no cabían en la conocida como Oude Kerk, el edificio más antiguo de toda Ámsterdam. Ubicada en el Barrio Rojo, la iglesia alberga la bóveda de madera más grande de Europa, tres impresionantes órganos o unas vidrieras celestiales. El perfecto lugar desde el que partir de 0 a la hora de sumergirte en la historia de Ámsterdam.

Barrio Rojo

barrio rojo

Fotografía: Cédrik Puisney

Cualquier visita a Ámsterdam debe pasar por este barrio. Un lugar donde mujeres ligeritas de ropa lucen en vitrinas con miradas felinas y los coffee shops invitan a turistas y locales a compartir animadas charlas fumando la mejor marihuana. El Barrio Rojo, más que poseer lugares de interés concretos además de la Iglesia Vieja, es una atracción en sí misma. Un laberinto de callejuelas llenas de neones, pubs y sorpresas al que siglos atrás llegaban las amantes de los pescadores a los que recompensar tras duras jornadas en alta mar. Un obligado.

Los canales

Canales de Ámsterdam

Westerkerk asomada al Prinsengracht.

La ciudad de Ámsterdam fue erigida en el río Ámstel convirtiéndose en un pueblo flotante que atraía a los principales comerciantes de Holanda. Fue entonces cuando comenzó la odisea de convertir la ciudad en la Venecia del Oeste a partir de un proyecto que, a modo de efecto parabrisas, la dividía en cuatro canales diferentes. Actualmente, estos cauces surcados por puentes de cuento forman la gran atracción de la ciudad. Remansos de paz a surcar en lancha tomando una Heineken o bordeándolos durante un paseo en bicicleta.

Los coffee shops

Aunque las leyes cada año se han vuelto más estrictas con este tipo de locales, los coffee shops continúan siendo uno de los lugares más curiosos de Ámsterdam. Repartidos por toda la ciudad, estos establecimientos no solo te proveen de la mejor marihuana, sino también de cerveza, zumos o el ambiente necesario para hacerte desconectar y entrar en otra dimensión. Además del famoso The Bulldog, la ciudad está repleta de coffee shops en los que adentrarse a la hora de desconectar del mundo. Eso sí, en muchos de ellos no se puede fumar tabaco. Paradójico cuanto menos.

Leidseplein

Leidseplein

Fotografía: Koen Smilde

Antigua entrada para los granjeros que depositaban aquí sus carruajes, la plaza Leidseplein ha evolucionado hasta convertirse en uno de los rincones más animados de la ciudad de Ámsterdam. Bordeada por su famoso hotel art déco, un teatro de cuento y numerosos bares y restaurantes, en Leidseplein se dan cita malabaristas y demás artistas encargados de animar e interactuar con el público, convirtiendo este lugar en un obligado a vuestro paso por la ciudad.

Rijksmuseum

Rijksmuseum

El Museo Nacional de Ámsterdam es el gran espacio cultural de la capital holandesa. Un imperio del arte ubicado en la famosa Museumplein donde el visitante podrá encontrar desde colecciones de arte chino y egipcio hasta exhibiciones del conocido como «siglo de oro neerlandés». Los amantes de la pintura podrán deleitarse con obras como Ronda de Noche, la más famosa de Rembrandt, además del trabajo de otros muchos artistas nacionales e internacionales. Si os encontráis en la Plaza de los Museos, tampoco podéis perderos otros espacios como el famoso Museo Van Gogh o el Stedelijk. Muy recomendable.

Casa de Ana Frank

Casa de Ana Frank

Visitada por más de un 1.200.000 personas en 2017, la casa de Ana Frank es ya todo un icono de la ciudad de Ámsterdam. Un recorrido por los horrores de la persecución judía por parte de las tropas nazis a partir de las letras de una niña de 13 años que desveló al mundo la realidad desde un escondite secreto en el que vivía junto a su familia. La casa museo invita a recorrer las habitaciones, cocina y aseo que yacían ocultos tras una librería para estremecernos y hacernos reflexionar sobre los límites que puede atravesar el propio ser humano. Recomendamos ir lo antes posible o comprar las entradas online, ya que las colas pueden ser enormes.

Vondelpark

Vondelpark

Fotografía: Barbara Walsh

El parque más grande de Ámsterdam consta de 47 hectáreas de colinas, árboles, estanques y rosales que suponen todo un deleite para quienes busquen la tranquilidad en el corazón de la ciudad. Desde un picnic informal hasta un recorrido en patines, pasando por una visita a su teatro al aire libre o su famoso Film Museum, Vondelpark se convierte en un espacio de recreo único en el que reposar los estímulos del día frente al atardecer, especialmente si lo visitas durante los meses de verano.

Plaza Spui

Plaza Spui

Mucho tiempo atrás, esta plaza marcaba el final de la ciudad de Ámsterdam hasta que las diferentes reformas se encargaron de convertirla en una de las zonas con más encanto. Rodeada de cafeterías, tiendas y hoteles, la plaza Spui ofrece un espacio tranquilo en el que detenerse con la bicicleta tras un recorrido urbano o husmear entre los libros que se venden en un mercado que se instala aquí todas las semanas.

Si aún no sabía qué ver en Ámsterdam en dos días, estos lugares conforman la perfecta guía de salvamento a la hora de sumergirse en el ambiente y la historia de una de las ciudades más vibrantes de Europa.