Ámsterdam es una ciudad mágica surcada por hasta 150 canales que configuran un espacio único en el que dejarse llevar. Donde las plazas se llenan de gente y espectáculos, los museos esconden reliquias de otro tiempo y arte colorido o lugares como la Casa de Ana Frank estremecen a los visitantes que se acercan a sus escondites. Lugares que visitamos desde una pantalla gracias a estas siguientes fotos de Ámsterdam.
Fotos de Ámsterdam
Antes de que organices tu viaje, comprobar algunos de los lugares más icónicos de la ciudad a través de estas fotos de Ámsterdam se convierte en la mejor forma de calentar motores. Te dejamos con los siguiente sitios de interés y sus respectivas fotos:
Casa de Ana Frank
La casa de Ana Frank es uno de los lugares más famosos de la ciudad de Ámsterdam. Ubicada en Prinsengracht 263-267, en pleno centro de la ciudad, el museo es uno de los puntos de interés más visitados, tal y como podéis comprobar en la fotografía. Motivo suficiente para hacerse con las entradas por Internet previamente o acudir a primera hora de la mañana para evitar largas colas.
La casa de Ana Frank se convierte en el mejor expositor del que fue el episodio más cruento del siglo XX. A través de las páginas del diario de una niña de 13 años que describía los horrores de la ocupación nazi en Ámsterdam, el mundo conoció ese escondrijo en el que la joven se encerró junto a su familia hasta ser descubiertos. A lo largo de la visita a la casa de Ana Frank, podréis atravesar la famosa entrada al escondite en la que el padre de Ana, Otto Frank, colocó una estantería, además de las habitaciones, cocina o cuarto de baño que la familia compartía. El edificio anexo se compone de un museo de grabaciones, documentos y vídeos que estremece a todo aquel que ya ha pasado por la casa.
Rijksmuseum
El museo más importante de Ámsterdam se llama Rijksmuseum y se ubica en la famosa Museumplein, también conocida como Plaza de los Museos. Un espacio en el que se aglutinan las mejores obras pertenecientes al conocido como «siglo de oro neerlandés» en el que campos como la ciencia, la economía o el arte se vieron exaltados hasta alcanzar sus máximas cotas. Un ejemplo es la presencia del famoso cuadro Ronda de noche de Rembrandt, posiblemente el artista más admirado de este período y cuya colección comparte protagonismo con otros pintores neerlandeses e internacionales. Un imprescindible de cualquier visita a Ámsterdam.
Canales de Ámsterdam
Surgida a partir de un pequeño pueblo de pescadores erigido en el siglo XIII junto a la orilla del río Ámstel, la ciudad de Ámsterdam debió lidiar con la presencia del agua adaptándose a ella durante los siglos posteriores. Finalmente, y alcanzando el período de mayor esplendor de la ciudad, la misma fue dividida en diferentes canales que, con el tiempo, se han convertido en una de las estampas míticas de la ciudad. 150 canales que invitan a perderse en cruceros o ser surcados en bicicleta.
Plaza Dam
Si existe un lugar al que podríamos llamar «el corazón de Ámsterdam», ese es la plaza Dam. Animada y solemne, esta gran pulmón urbano despliega todo su encanto en forma de edificios históricos y monumentos conmemorativos. Un ejemplo es el obelisco de 22 metros de altura erigido en honor a los caídos durante la Segunda Guerra Mundial y convertido en Monumento Nacional. Otro de los highlights de la plaza Dam es el Palacio Real, monumento que ha acogido numerosos eventos reales a lo largo de la historia. La plaza Dam es un hervidero de turistas, artistas callejeros y terrazas en las que perderse y experimentar toda la esencia de la ciudad.
Leidseplein
Hace más de 200 años existía un lugar al este de la ciudad donde los granjeros depositaban sus carruajes antes de adentrarse en los comercios de Ámsterdam. Un espacio de mucha actividad que con el tiempo terminaría convirtiéndose en Leidseplein, otra de las plazas más curiosas de la ciudad. Desde su gran hotel art déco hasta el famoso ajedrez viviente que se despliega en uno de los rincones todos los fines de semana, Leidseplein es todo un deleite para los sentidos y aquellos visitantes que busquen adentrarse en la Ámsterdam más cosmopolita y animada.
Oude Kerk (Iglesia Vieja)
En 1302 fue construida una iglesia de madera destinada a albergar a todos los fieles de la ciudad de Ámsterdam. Con el tiempo, el considerado como edificio más antiguo de Ámsterdam es un lugar donde inspirar la historia de la ciudad, acercarse a los majestuosos órganos que entonan canciones de otro tiempo o una bóveda de madera considerada como la más grande Europa. A su vez, también podéis visitar la conocida como Nieuwe Kerk, o Iglesia Vieja, construida para para albergar a todos los asistentes que ya no cabían en esta iglesia de cuento.
Estación Central
La Estación Central es uno de los monumentos más icónicos de Ámsterdam y también uno de los más funcionales, ya que alberga el mayor número de conexiones en tres de toda Holanda. Construida a finales del siglo XIX sobre tres islas artificiales y mucha madera vertida sobre antiguos canales, el edificio se convierte en uno de los más característicos a la llegada de cualquier visitante a la ciudad. Además la misma se ubica en pleno corazón de Ámsterdam, junto a la plaza Dam.
Barrio Rojo
Cuentan que hace muchos siglos, los pescadores que llegaban al puerto de Ámsterdam eran recibidos por mujeres que alumbraban un candil entre sus manos. Fue así como comenzó una «mala fama» del Barrio Rojo que se vio reinventada años después, cuando la afluencia de coffee shops, bares, tiendas y vitrinas que lucen a mujeres ligeritas de ropa convirtieron a este en el barrio por excelencia de la ciudad de Ámsterdam. Un lugar donde, a falta de grandes atracciones monumentales salvo la Iglesia Nueva, supone en sí mismo una atracción para todos los curiosos que se acercan a sus calles.
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