Museo Rembrandt: explorando el arte del genio holandés

El artista en su estudio Rembrandt

Cuadro «El artista en su estudio» de Rembrandt

En el número 4 de Jodenbreestraat, en una de las zonas más suntuosas del centro de Ámsterdam, se encuentra uno de los lugares obligados a visitar para todo amante del arte. Más concretamente, de Rembrandt van Rijn, el famoso pintor y mayor exponente del barroco del siglo XVII, también conocido como el siglo de oro neerlandés. Sí, la casa museo Rembrandt es uno de esos lugares que no puedes perderte a tu paso por la capital holandesa.

Casa museo Rembrandt: el refugio del artista

De todos los artistas neerlandeses, Rembrandt Harmenszoon van Rijn es el más influyente de todos. Surgido en mitad del conocido como siglo de oro neerlandés, época en la que los Países Bajos alcanzó su mayor auge económico, político y cultural, Rembrandt siempre trató de adaptar la iconografía clásica y los mitos a su propia experiencia. Como resultado, para la eternidad quedan unos autorretratos, grabados o escenas de la Biblía míticas que lo convirtieron en maestro y mentor de toda una generación de pintores holandeses y en un astro del arte barroco.

Tras pagar una suma de 13.000 guilders (unos 6000 euros), el maestro decidió adquirir en 1639 una casa  cerca de Waterlooplein, una zona residencial para mercaderes y artistas ricos. La casa, de hecho, se cree que fue supervisada como resultado de una remodelación en 1627 por parte del arquitecto Jacob van Campen, el mismo encargado del Ayuntamiento de Ámsterdam, o actual Palacio Real, por el que se hizo de oro en su época.

Rembrandt vivió en esta casa entre 1639 y 1658, convirtiéndolo en su particular estudio de creación y hogar al que regresaba tras sus largas introspecciones artísticas y fiestas de postín. Sin embargo, y a pesar de todo el dinero que el artista ganó a lo largo de su vida, Rembrandt atravesó por duros problemas económicos que le obligaron a alquilar una vivienda en Rozengracht, donde pasó sus últimos días hasta su muerte en 1669.

Durante los siguientes dos siglos y medio después, la casa fue habitada por diferentes familias que erosionaron el encanto inicial de la vivienda, llegando a quedar semi abandonada a finales del siglo XIX. Finalmente, en 1906 la ciudad de Amsterdam adquirió la propiedad para remodelarla siguiendo los inventarios de la construcción original y obteniendo grandes objetos de la época a través de subastas. Una tarea nada fácil que dio como resultado la casa museo Rembrandt inaugurada por la reina Wilhelmina en 1911.

Desde entonces, la casa museo Rembrandt, también conocida como  Het Rembrandthuis Museum, se ha convertido en uno de los referentes del arte en Ámsterdam, si bien algunas de las obras del artista, como la famosa Ronda de noche, lucen en el también recomendable Rijksmuseum.

Visitando la Casa museo Rembrandt

La Casa Museo Rembrandt está dividida en dos zonas diferentes: una en la que se exponen algunas de las obras del artista, además de la existencia de la sala de conferencias o la tienda del museo concebidas en un nuevo edificio construido a finales del siglo XX, y otra que engloba la casa propiamente dicha del pintor.

Esta última, en concreto, resulta de lo más interesante, ya que reproduce de forma exacta como era una vivienda de estas características en el siglo XVII. Una vez entramos, podemos pasear por el estudio en el que trabajaba Rembrandt, además de algunas de las habitaciones o la cocina.

La vivienda ha sido reconstruida tanto adquiriendo elementos típicos de la época como aquellas pertenencias propias del autor, una tarea nada fácil que, no obstante, ha ido sumando nuevos elementos con el paso de los años. Entre algunos de los ejemplos, la casa museo cuenta con  objetos históricos que el artista utilizaba para inspirarse en sus obras, botes en los que mezclaba los diferentes pigmentos o las caracolas y figuras que utilizaba a la hora de dar clase a sus alumnos.

De los 290 grabados creados por Rembrandt, se han recopilado hasta 260, los cuales  lucen en esta casa que supone un paseo a través del tiempo y el universo de un pintor tan singular. Una experiencia que bien merece la pena a través de audioguías que explican las técnicas que utilizaba o donde Rembrandt acumulaba sus obras de arte. Además, la propia casa museo ofrece diferentes actividades:

  • Todos los días de 10.15 a 13.15 y de 13.45 a 16.45, existe un taller centrado en la técnica del grabado, el proceso de impresión y varios temas relacionados con el arte gráfico.
  • También todos los días, pero de 10.15 a 17.10, en el restaurado estudio de Rembrandt, se muestra como se “trabajaba” la pintura en tiempos del artista barroco haciendo uso de diferentes aceites, colores y pigmentos.

Acceso, precio y horarios de la casa museo Rembrandt

La Casa Museo Rembrandt se encuentra en el número 4 de Jodenbreestraat, en pleno centro de Ámsterdam. Para acceder hasta este lugar se puede tomar las líneas 9 y 14 de tranvía con parada en Mr.Visserplein, o las 51,53 y 54 de metro con parada en Waterlooplein. Sino, siempre se puede optar por un tranquilo paseo en bicicleta por Ámsterdam disfrutando de todos sus contrastes y encanto.

El horario del museo es de 10 de la mañana a las 6 de la tarde durante todos los días del año salvo días festivos como el 1 de enero.

Por otra parte, el precio de las entradas es el siguiente:

Adultos: 13 euros.
Niños menores de 6 años: entrada gratuita
Niños entre 6 y 17 años: 4 euros.

La entrada al museo es gratuita si contáis con vuestra tarjeta I Amsterdam Card.

La Casa museo de Rembrandt se convierte en el perfecto escenario mediante el que acercarse no solo a la obra de un artista, sino a su estilo de vida y su rutina. Reflejos de una época que este refugio ofrece como pocos otros a la hora de viajar en el tiempo y la historia.

¿Te gustaría visitar la Casa museo Rembrandt? ¿Ya has estado?