Qué ver en La Haya

Playa de Scheveningen en La Haya

A 60 kilómetros al suroeste de Ámsterdam se ubica una ciudad que, sin ser la capital, sostiene los principales organismos gubernamentales de Holanda. Más sobria, pero no por ello menos interesante, La Haya se convierte en el perfecto enclave en el que perderse entre obras de arte icónicas, edificios majestuosos y hasta ciudades en miniatura. ¿Te vienes con nosotros a conocer La Haya?

La Haya: el palacio que se convirtió en ciudad

Parlamento Holandés

Algunos lugares nacen como resultado de una gran actividad comercial, como fue el caso de Ámsterdam en el siglo XIII, y otros, como La Haya deben sus orígenes a una residencia de caza. Este fue el motivo que llevó a Florencio IV, conde de los Países Bajos, a construir su propio espacio de ocio junto al lago Hofvijver en 1230. Un coto de caza que llamaría la atención del conde Guillermo II, quien decidió ampliar la propiedad convirtiéndola en un palacio en 1248. A pesar de fallecer diez años después, su hijo Florencio V se encargó de completar la construcción del mismo, conocido ya por entonces como Den Haag (o La Haya).

Con el paso del tiempo, La Haya fue sumando edificios y habitantes atrayendo a quienes veían en esta localidad el perfecto lugar en el que aglutinar los organismos gubernamentales. De ahí que en el siglo XV, los duques de Borgoña encargasen a su estatúder (o persona a cargo de los poderes ejecutivos) nombrar a los Estados de los Países Bajos como un consejo asesor con sede en La Haya.

A pesar de su carácter gubernamental, La Haya era una ciudad sin murallas, por lo que la penetración por parte de las tropas españoles durante la guerra de los Ochenta Años contra los sublevados flamencos casi llevó a calcinar la urbe entera. Tras la mediación del príncipe protestante Guillermo de Orange, la ciudad fue reconstruida hasta convertirse en la sede del gobierno de la República Neerlandesa la cual, junto con Bélgica, sería añadida al Reino Unido de los Países Bajos a fin de crear una barrera estratégica contra Francia durante las guerras napoleónicas. De esta forma, Bruselas y Ámsterdam, las dos ciudades que se alternaban como capital del Estado, encontraban en La Haya la perfecta sede en la que ubicar el gobierno. Un carácter que seguiría manteniéndose cuando los Países Bajos se separaron de Bélgica en 1830.

Años después, La Haya es una de las capitales gubernamentales más importantes del mundo, reuniendo todas las embajadas extranjeras y ministerios gubernamentales del país, además de un gran número de organizaciones internacionales que incluyen la Corte Internacional de Justicia, la Corte Penal Internacional o Europol.

Una ciudad en la que merece la pena perderse si te dispones a pasar bastante tiempo en tierras holandesas.

Qué ver en La Haya

Una de las muchas ventajas con las que cuenta la ciudad de La Haya es por la proximidad entre sí de sus edificios más importantes. A diferencia de otras ciudades holandesas, La Haya cuenta con un casco antiguo muy reducido, donde la estructura de canales se ven sustituidas por estrechas calles medievales y edificios suntuosos pertenecientes a todos los diplomáticos que comenzaron a trabajar en la ciudad en el siglo XVI.

A continuación, te indicamos los lugares obligados a visitar durante tu visita a La Haya:

Parlamento Holandés

Binnenhof

El edificio más importante de La Haya es conocido es neerlandés como Binnehof y aún conversa algunas de las dependencias del famoso palacio que dio lugar a la ciudad en el siglo XIII. Imponente y majestuoso, Binnehof abre las puertas a todos aquellos curiosos que quieran aproximarse a este edificio que reúne la oficina del Primer Ministro o el Ministerio de Asuntos Generales. Binnehof se ubica junto al mítico lago Hofvijver, perfecto lugar de relajación en el que detenerse a contemplar a las aves acuáticas o admirar la majestuosidad del complejo histórico nacido de aquella antigua residencia de caza.

Ridderzaal

Ridderzaal

Dentro del propio Parlamento Holandés, encontraréis el edificio conocido como Ridderzaal, el cual evoca esa Holanda medieval y de cuento representada por una iglesia con dos enormes torreones asomada a una pequeña plaza de lo más acogedora. Lugar donde se ubica la famosa Sala de los Caballeros, Ridderzaal es el lugar donde cada tercer martes de septiembre el Rey pronuncia el discurso que inicia la nueva temporada parlamentaria.

Mauritshuis

Mauritshuis

¿Recordáis el famoso cuadro «La joven de la perla» de Johannes Vermeer? Pues estáis en el mejor lugar para descubrirlo, ya que el mismo se encuentra en el museo de pintura más importante de La Haya. Ubicado en el propio lago Hofvijver, la sede de la Galería Real de Pinturas no solo alberga la famosa obra del siglo XVII, sino también algunos de los mejores cuadros de Rembrandt van Rijn  como «Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp», obra magna del siglo de oro neerlandés. Todo un deleite para los amantes del arte que encontrarán en el Mauritshuis uno de los mejores embajadores de la pintura holandesa.

Otros de los museos recomendables a visitar en La Haya son el Gevaguenpoort, el cual alberga una prisión del siglo XV, o el museo Panorama Panorama Mesdag, donde podréis asistir a la presencia de una pintura cilíndrica de Hendrik Willem Mesdag de más de 14 metros de altura. Una obra que representa una vista de la playa y el barrio costero de Scheveningen considerado como el panorama más antiguo del mundo. Absolutamente espectacular, diferente.

Palacio de la Paz

Palacio de la Paz en La Haya

Nacido de un concurso ganado por un artista renacentista, el Palacio de la Paz es algo así como una gran Torre de Babel. Su condición de sede de la  Corte Internacional de Justicia, la Corte Permanente de Arbitraje o la Academia de Derecho Internacional le ha permitido albergar en su interior obsequios entregados como agradecimiento por los asistentes a la Segunda Conferencia de la Paz de la Haya convocada en 1907. De ahí que una vez entremos en este singular edificio encontremos desde mármol italiano hasta alfombras de pared japonesas.

Madurodam

Si alguna vez soñasteis con visitar los mundos en miniatura de Gulliver, Madurodam se aproxima bastante a esta idea. La ciudad más pequeña de Holanda es una réplica a escala 1:25 del país neerlandés  fundada en  1952 en honor a George Maduro, un estudiante de Derecho de Curazao que formó parte de la resistencia neerlandesa contra la ocupación nazi. Ideal para visitar con los más pequeños, Madurodam se ubica en el barrio de Scheveningen, donde también podréis disfrutar de un paseo por esta playa de arena dorada salpicada de barcas.

La ciudad de La Haya se convierte en una perfecta propuesta a la hora de perderse por esa Holanda más sobria pero no exenta de propuestas para los amantes del arte.