Conocer la historia de una determinada ciudad siempre nos ayuda a comprender mejor su presente. Y en el caso de Ámsterdam, la capital holandesa posee un origen curioso surgido a partir de un pueblo de pescadores que terminó convirtiéndose en la urbe más próspera del mundo durante el siglo XVII. Y el mejor lugar para navegar por todos estos episodios es el Museo Histórico de Ámsterdam, ubicado en pleno centro.
Museo Histórico de Ámsterdam: el origen de una ciudad
Cuenta la leyenda que dos pescadores y un perro huyeron una noche de una tormenta a través de la bahía de IJ hasta recalar en un rincón del cauce del río Ámstel. Fue a partir de entonces, en algún momento del siglo XII, cuando tan estratégica posición se convertiría en un imán a la hora de atraer a los diferentes comerciantes que convertiría un pequeño pueblo en la semilla de la actual Ámsterdam.
Nombrada oficialmente como ciudad en el año 1275, Ámsterdam se convirtió con el paso de los siglos en una de las urbes más prósperas de Europa. Tras diferentes conflictos con el opresor reino de España, en el siglo XVII, Holanda alcanzaría su mayor esplendor durante el llamado «siglo de oro neerlandés«, en el que ciudades como Ámsterdam se convirtieron en el epicentro de una ciencia, política y arte únicos.
A partir de entonces, y a pesar de épocas de crisis como la invasión nazi de la ciudad en 1940 durante la Segunda Guerra Mundial, Ámsterdam se ha convertido en una de las ciudades con la historia más rica del viejo continente, llena de contrastes y cambios. Una historia recogida por diferentes espacios pero, especialmente, por un Museo Histórico de Ámsterdam que evoca como ningún otro los diferentes episodios por los que ha pasado la ciudad.
Un lugar que, si bien no alcanza la fama de otros museos como el Rijksmuseum o el Van Gogh, bien merece una visita si lo tuyo es conocer la historia de Ámsterdam y deleitarte con sus muchos entresijos.
Visitando el Museo Histórico de Ámsterdam
También conocido como Amsterdams Historisch Museum, el Museo Histórico de Ámsterdam se ubica en la plaza Spui, en pleno centro de la ciudad. El museo se encuentra acondicionado en un antiguo orfanato, uno de los edificios más históricos, el cual cuenta con tres plantas divididas en veinte secciones mediante las que poder seguir las explicaciones de la historia de Ámsterdam de forma ordenada.
En las diferentes galerías encontraréis desde objetos antiguos hasta fotografías, pinturas, obras de arte o, incluso el plano más antiguo de Ámsterdam. El mismo consiste en una vista panorámica de la ciudad datada en el 1538 y realizada por Cornelis Anthonisz.
Entre los objetos, se incluyen estatuas como la de la Piedad, la cual data de 1450 y fue encontrada en el interior de un ataúd durante las excavaciones realizadas en el cementerio de Santa Gertrudis. Una figura que representa a la Virgen María llorando por la muerte de Cristo cuyo misterio sigue cautivando a expertos y visitantes.
Además, el Museo luce diferentes cuadros del pintor Monnickendam, artista que dedicó gran parte de su vida a recrear las calles, monumentos y vida de Ámsterdam en sus lienzos. Entre algunas de sus obras encontraréis La gente en un palco, finalizado en 1928, o Academia de billar, uno de los más famosos del artista.
Un paseo por todos los secretos de la historia de Ámsterdam que rescata extractos de sus inicios, de su esplendorosa época medieval o, por supuesto, de un siglo de oro neerlandés que definió a esta como una de las grandes ciudades de Europa.
Respecto al precio de las entradas para acceder al museo, estas son las tarifas:
Adultos: 13,50€.
Estudiantes: 11€.
Menores de 17 años: entrada gratuita.
El Museo Histórico de Ámsterdam abre todos los días de la semana siguiendo un horario de 10:00 a 17:00 horas.
Para llegar, lo mejor será tomar cualquiera de las líneas 1, 2 y 5 con parada en Spui o una de las líneas 4, 9, 14, 16, 24 y 25 con parada en Rokin. En caso de encontraros por el centro de Ámsterdam, siempre podéis ir a pié o tomar una bicicleta a la hora de acercaros al museo.
Si en vuestro caso, preferís visitar el museo sin pagar entrada, el mismo incluye la conocida como Galería de la Guardía Cívica, abierta al público y colmada de obras realizadas por pintores locales que en algún momento profesaron su amor por Ámsterdam. Una buena ocasión para acercarse a la historia de Ámsterdam en un momento si tenéis en mente otros planes.
El Museo Histórico de Ámsterdam se ubica en una posición mediante la que poder acceder otros lugares pintorescos de la ciudad como, por ejemplo, el Begijnhof, un gran jardín al que se asoman casas típicas del siglo XV. De hecho, aquí luce la vivienda más antigua de toda la ciudad, la conocida como Het Houten Huis, la cual se cree fue construida en el año 1420.
A su vez, el Begijnhof también incluye otros lugares de interés como la Iglesia Inglesa (o Engelse Kerk), que data del siglo XV y aún posee su estructura medieval, o la Capilla sobre la que fueron construidas las casas número 29 y 30 y que luce diferentes detalles y ornamentaciones de la época.
El Beginhof se cree que nació como una comunidad de mujeres religiosas, la Beghijnhuis, que cuidaban a enfermos y atendían a niños huérfanos, de ahí que el famoso orfanato de Ámsterdam en el que fue acondicionado el Museo Histórico no esté lejos. Estas mujeres vivían en casas de madera erigidas en una de las zonas más antiguas de la ciudad y vivieron en ellas durante mucho tiempo.
Actualmente, mujeres voluntarias para atender a personas enfermas siguen viviendo en este lugar, por lo que se ruega especial discreción y silencio a la hora de visitar el lugar. Al tratarse de propiedades privadas, las visitas con excursiones en grupo no están permitidas.
Como podéis comprobar, el centro de Ámsterdam esconde lugares históricos en los que poder recrearse con la historia de una ciudad única.
¿Te gustaría conocer el Museo Histórico de Ámsterdam?