Begijnhof, el rincón secreto de Ámsterdam

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Ámsterdam es una ciudad llena de rincones secretos escondidos entre canales centenarios y callejuelas de otro tiempo. Y es allí, no lejos del Museo Histórico y de la plaza Spui, donde existe uno de los lugares más antiguos de la ciudad. Sumérgete en el encanto y el misterio que esconden las viviendas y el jardín de Beginhof, el rincón secreto de Ámsterdam.

Breve historia de Begijnhof

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En la época medieval se extendió un tipo de comunidad en Bélgica y los Países Bajos conocido como beguinaje. Los beguinajes eran los lugares donde vivían las beguinas, mujeres libres religiosas que no estaban ligadas a ninguna órden monástica y vivían en comunidad ofreciendo sus cuidados a personas pobres o enfermas.

El beguinaje solía consistir en dos hileras de casas pequeñas con iglesia y hospital unidas por diferentes pasillos y generalmente abiertas a un pequeño jardín. Estos lugares solían estar rodeados de murallas con puertas que permanecían cerradas pero que podían ser atravesadas por las mujeres religiosas al anochecer.

En Europa existen varios ejemplos de beguinajes, como por ejemplo los de carácter flamenco ubicados en Bélgica y designados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En el caso de los Países Bajos, hay varios ejemplos en ciudades como Utretch o, especialmente, Ámsterdam. De hecho, el beguinaje de la ciudad de los canales, traducido directamente al neerlandés como Begiijnhof, está considerado como uno de los rincones más secretos y especiales de toda la capital.

Aunque no se conoce una fecha de inauguración exacta, se cree que Begijnhof fue fundada en 1346. Durante este período, llegó a esta zona de Ámsterdam una hermandad de hermanas católica laica que asistían a personas enfermas y niños huérfanos en sus instalaciones. De todas las beguinas, la más famosa fue Cornelia Arens, hermana que siempre pidió ser enterrada en las alcantarillas del beguinaje. Tras morir, fue  enerrada en la iglesia del complejo, si bien la tumba apareció durante diferentes veces consecutivas en el alcantarillo, por lo que finalmente se declaró este como su lugar oficial de enterramiento.

Un lugar misterioso que, tras la declaración del catolicismo como religión ilegal en el siglo XVI, transformó la vida de unas beguinas que se vieron obligadas a renunciar a su capilla, erigiendo una poco después tras las instalaciones convirtiéndola en la primera iglesia clandestina de la ciudad de Ámsterdam.

El beguinaje continuó activo hasta 1971, año en el que murió la última beguina.

Actualmente, Begijnhof continúa siendo un lugar habitable por otras personas, si bien se sigue respetando la privacidad y condición ermitaña de sus residentes, convirtiéndose en uno de los lugares más curiosos a visitar durante vuestra visita a Ámsterdam.

Explorando Begijnhof

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Si os encontráis por la coqueta plaza Spui o el conocido como Museo Histórico de Ámstedam, concretamente entre las avenidas de Kalverstraat y Spui, acercarse a Begijnhof se convierte en una de las opciones más recomendables. Cerca de estos lugares, existe una hilera de casas blancas con una de color marrón que supone la puerta de entrada al antiguo beguinaje.

Una vez entréis, veréis ante vosotros las casas que conforman Begijnhof en torno a un gran jardín donde se respira una atmósfera tranquila. Si echáis la vista hacia delante, podréis ver las diferentes casas góticas que sustituyeron a las antiguas en los siglos XVII y XVII, si bien en el centro de la hilera podréis reconocer una casa diferente. Se trata de Houten Huys, la única casa de madera que se conserva en Ámsterdam y una de las más antiguas, ya que data del años 1528, época en la que las viviendas en la ciudad aún eran construidas con este tipo de material.

Además, podréis reconocer la famosa capilla de Begijnhof, la cual luce el mismo aspecto que el de una de las casas debido a su condición clandestina una vez la original les fue arrebatada a las beguinas. Además, también encontraréis la Engelse Kerk, o Iglesa Inglesa que data del siglo XV.

Las instalaciones interiores del beguinaje no pueden ser visitados, ya que son de carácter residencial y acogen a otras personas. Sin embargo, acercarse a este encantador lugar de Ámsterdam puede suponer todo un descubrimiento a la hora de bucear en la historia de la ciudad y, más concretamente, en la de una ideología que en los Países Bajos sufrió grandes cambios a lo largo de la historia.

El horario de Begijnhof es de lunes a viernes de 09:00 a 17:00 horas, mientras que la parada de tranvía más cercana es Spui a través de las líneas 1 y 5.

Un espacio de lo más contemplativo donde el visitante podrá acercarse a uno de los secretos mejor guardados de Ámsterdam y descubierto por aquellos que, realmente, buscan profundizar en la historia de esta ciudad.

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